jueves, 3 de enero de 2008

LA AVENA

Es rica en proteínas de alto valor biológico, grasas y un gran número de vitaminas, minerales.

Proteínas. Los copos de avena tienen seis de los ocho aminoácidos esenciales. Si se compara con el trigo, que contiene sólo uno, o la cebada y el centeno que no tienen ni uno, se puede ver la importancia de incluir este cereal en la dieta alimentaria.

Es el cereal con mayor proporción de grasa vegetal, un 65% de grasas no saturadas y un 35% de ácido linoleico (un ácido graso esencial para el organismo humano, un ácido graso insaturado, perteneciente al grupo omega-6). Estas grasas, a diferencia de las de origen animal, son saludables y necesarias en la dieta.

También contiene hidratos de carbono de fácil absorción. Los carbohidratos que aporta este cereal, proporcionan energía durante mucho tiempo. De este modo se evita la sensación de desmayo que se produce por la bajada de glucosa, cuando el cuerpo reclama más alimento.

Tiene además de sodio, potasio, calcio, fósforo, magnesio, hierro, cobre, cinc, vitaminas B1, B2, B3, B6 y E. Entre todos los cereales, la avena es el que más vitaminas y minerales concentrados tiene. 100 gramos de avena cubren el 40% de las necesidades diarias de vitamina B1. Esta vitamina es esencial para el funcionamiento del cerebro y el sistema nervioso. Sin embargo, según avalan los expertos es una de las más deficitarias de la población occidental.


Además contiene una buena cantidad de fibras, que no son tan importantes como nutrientes pero que contribuyen al buen funcionamiento intestinal. Ayuda a la buena digestión y a reducir el colesterol.

Betaglucanos. Estos componentes absorben el colesterol y los ácidos biliares del intestino, evitando que los compuestos nocivos pasen al organismo. También ayudan a eliminarlos de forma natural.

Leche de avena